Cuartetos, quintetos e instrumentos de viento: el jazz jalisciense

Cuartetos, quintetos e instrumentos de viento: el jazz jalisciense

9 Diciembre 2020
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El jazz es un género que al inicio tuvo muchos desafíos y escepticismos, pero con el tiempo ganó un público fiel tanto de grandes como de jóvenes. La obra Los desafíos del Jazz en Jalisco, de Nathalie Braux, nos presenta, por un lado, la historia del jazz como género musical tanto en Estados Unidos, su lugar de origen, como en México, y en específico, en Jalisco. Por otro lado, nos muestra el devenir de sus principales íconos en nuestro estado, con relatos biográficos sobre aquellos músicos que hicieron jazz sin parar en diversos clubes, cafés, bares y hoteles tanto de Guadalajara como del resto del país, y por qué no, del mundo.

El libro nos ubica en tres planos. Primero veremos los antecedentes históricos del jazz, donde podremos observar cómo es que se crea un sincretismo cultural a partir de mezclar tradiciones de África occidental, Europa y Norteamérica entre la comunidad afroamericana.

Después veremos el surgimiento del jazz en México, país en donde fue recibido inicialmente con recelo desde el entorno institucional, pues el que fuera secretario de educación, José Vasconcelos, lo consideraba “un arte de embrutecimiento”. En ese sentido, tuvieron que pasar cerca de cincuenta años para que empezara a adquirir cierto valor en la sociedad mexicana.

Luego, pasaremos a la escena del jazz en Guadalajara, donde empieza a crearse una comunidad en los círculos de ‘contracultura’ a partir de los años sesenta, donde comienzan las presentaciones de este género en lugares públicos. A partir de este momento, nos narra la historia de las personalidades que vivieron este boom del jazz, bajo los nombres de numerosas bandas en las que incluso tocaban simultáneamente, en unas y otras, sin exclusividad.

En ese sentido, veremos la historia de grandes grupos de jazzistas. Por un lado, los precursores con nombres como Luis Padilla, Juan José Verján y Roberto Hernández el Chale, así como los protagonistas de aquel icónico club de jazz y restaurante llamado El Copenhagen 77 con personalidades como Carlos de la Torre, José Luis Muñoz Pichón, Javier Soto y Beto Rivera. Por otro lado tenemos el conjunto de jazz del Departamento de Bellas Artes con personajes como Felipe de Jesús Espinoza el Tanaka y Manuel Cerca, así como sobre los integrantes de varias bandas reconocidas en el mundo del jazz como 39.4, Bandido y Vía Libre, agrupaciones que también mezclaban el rock como parte de sus estilos.

Entre estas reflexiones podremos observar también la visión que se tiene sobre el jazz a futuro, como un género que no solamente es conocido por la gente mayor, sino que cada vez más los jóvenes son quienes también se animan a crear y estudiar jazz como una vocación. Las historias y relatos que encontraremos en sus páginas nos pueden aportar mucho para observar cómo han evolucionado nuestra cultura local e idiosincrasia, elementos que forman una parte muy importante de nuestra identidad.

Obra disponible aquí.

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El jazz es un género que al inicio tuvo muchos desafíos y escepticismos, pero con el tiempo ganó un público fiel tanto de grandes como de jóvenes. La obra Los desafíos del Jazz en Jalisco, de Nathalie Braux, nos presenta, por un lado, la historia del jazz como género musical tanto en Estados Unidos, su lugar de origen, como en México, y en específico, en Jalisco. Por otro lado, nos muestra el devenir de sus principales íconos en nuestro estado, con relatos biográficos sobre aquellos músicos que hicieron jazz sin parar en diversos clubes, cafés, bares y hoteles tanto de Guadalajara como del resto del país, y por qué no, del mundo.

El libro nos ubica en tres planos. Primero veremos los antecedentes históricos del jazz, donde podremos observar cómo es que se crea un sincretismo cultural a partir de mezclar tradiciones de África occidental, Europa y Norteamérica entre la comunidad afroamericana.

Después veremos el surgimiento del jazz en México, país en donde fue recibido inicialmente con recelo desde el entorno institucional, pues el que fuera secretario de educación, José Vasconcelos, lo consideraba “un arte de embrutecimiento”. En ese sentido, tuvieron que pasar cerca de cincuenta años para que empezara a adquirir cierto valor en la sociedad mexicana.

Luego, pasaremos a la escena del jazz en Guadalajara, donde empieza a crearse una comunidad en los círculos de ‘contracultura’ a partir de los años sesenta, donde comienzan las presentaciones de este género en lugares públicos. A partir de este momento, nos narra la historia de las personalidades que vivieron este boom del jazz, bajo los nombres de numerosas bandas en las que incluso tocaban simultáneamente, en unas y otras, sin exclusividad.

En ese sentido, veremos la historia de grandes grupos de jazzistas. Por un lado, los precursores con nombres como Luis Padilla, Juan José Verján y Roberto Hernández el Chale, así como los protagonistas de aquel icónico club de jazz y restaurante llamado El Copenhagen 77 con personalidades como Carlos de la Torre, José Luis Muñoz Pichón, Javier Soto y Beto Rivera. Por otro lado tenemos el conjunto de jazz del Departamento de Bellas Artes con personajes como Felipe de Jesús Espinoza el Tanaka y Manuel Cerca, así como sobre los integrantes de varias bandas reconocidas en el mundo del jazz como 39.4, Bandido y Vía Libre, agrupaciones que también mezclaban el rock como parte de sus estilos.

Entre estas reflexiones podremos observar también la visión que se tiene sobre el jazz a futuro, como un género que no solamente es conocido por la gente mayor, sino que cada vez más los jóvenes son quienes también se animan a crear y estudiar jazz como una vocación. Las historias y relatos que encontraremos en sus páginas nos pueden aportar mucho para observar cómo han evolucionado nuestra cultura local e idiosincrasia, elementos que forman una parte muy importante de nuestra identidad.

Obra disponible aquí.