Como todo mundo, Luca guardaba su vida y sus experiencias en una botella. Sin embargo, un día se dio cuenta de que su botella no se llenaba, así que decidió emprender grandes aventuras para llenarla. Lo que nos enseña este cuento es que la vida no sólo se trata de llenar nuestras botellas sólo por llenarlas, sino atreverse a vivir, a expresarse, a crear, a vencer nuestros miedos.