Así como es posible contagiar reflejos como la risa y el bostezo, aquí se centra en contagiar el pensamiento científico, aquella porción de la cultura que nos despierta curiosidades, inquietudes, cosquillas. Algunos de los más importantes ‘contagiadores’ de Iberoamérica nos comparten sus secretos, sus pócimas y sus instrucciones confidenciales a la hora de esparcir brotes de ciencia. Científico...