Las primeras publicaciones sobre el pasado alteño, debidas a autores oriundos de la región, reforzando esta visión. Aunque dan fe de la existencia de asentamientos y población de origen prehispánico, los relatos de Tello y de Mota Padilla narran que, tras la guerra de Mixtón, los indígenas de la zona fueron obligados a abandonar sus tierras para trasladarse hasta puntos muy distantes. A partir de este momento los cronistas alteños dirigen su atención a las fundaciones realizadas por los conquistadores hispanos y sus descendientes, resaltando los obstáculos que tuvieron que superar para lograr a propósito de poblar y hacer producir el territorio, de tal manera que tanto los pueblos de indios que sobrevivieron el primero siglo virreinal, como la población de origen africano que llegó forzada hasta esta región, han quedado marginados de esos trabajos, pese a que las visitas episcopales, las descripciones de funcionarios y religiosos y otras fuentes del periodo colonial los mencionan repetidas veces.